Los primeros auxilios, como su nombre lo indica, son las acciones iniciales que se llevan a cabo en situaciones de emergencia o urgencia, como una lesión o una crisis médica. Estas acciones están dirigidas a evitar que se agrave una situación y a preservar la vida de una persona durante el período de tiempo en el que llegan los servicios de emergencias. A pesar de ser acciones temporales, son esenciales y pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte en casos de emergencia; sin embargo, existen primeros auxilios dirigidos a otro tipo de situaciones de urgencia que no constituyen una amenaza directa a la vida.
Primero, es importante que sepas la diferencia entre una emergencia y una urgencia. Mientras una emergencia es una situación sobre la que se tiene que actuar de inmediato debido a que es un peligro inminente a la vida. Una urgencia, por otra parte, es una situación en la que se debe actuar prontamente para evitar que empeore o se convierta en una situación de emergencia. Muchas urgencias se pueden resolver con medidas de primeros auxilios básicos y no necesitan mayor atención, mientras que otras se pueden tratar mientras llegan los servicios de emergencias.
Es vital que conozcas los tipos de ayuda que puedes otorgar a una persona en diversas situaciones, aunque no te encuentres entrenado de manera profesional, y qué tipo de material u objetos te pueden ayudar. Continúa leyendo para conocer qué tipos de primeros auxilios existen, cómo puedes ayudar a alguien en diversas situaciones y qué necesitas para armar un kit de primeros auxilios.
Tipos de Primeros Auxilios
A pesar de que al escuchar sobre primeros auxilios tu mente pueda irse a situaciones extremas, no necesitas encontrar a alguien en una situación de verdadera emergencia para considerar ayudar al prójimo. Accidentes o sucesos como una pequeña cortada, picadura de abeja o una raspadura, también requieren de atención inmediata para ser solucionados sin mayor problema a futuro.
No existen categorías definidas de primeros auxilios, pero, a grandes rasgos, se pueden determinar situaciones distintas en las que saber qué medidas tomar es altamente beneficioso. Si sospechas que una herida es más grave de lo que parece o de lo que puedes tratar en casa, primero llama a los servicios de emergencias y después atiende a la persona lastimada o pídele a alguien más que llame y te confirme que ya se encuentran en camino mientras tú atiendes a la persona herida.
- Heridas Abiertas y Raspaduras. Asegúrate de tener las manos limpias antes de tocar la herida para evitar infecciones. Lava la herida con abundante agua. Si hay sangrado profuso, aplica presión con un vendaje limpio y húmedo, llama a los servicios de emergencias. Si el sangrado es leve o ya ha parado, puedes poner un curita o un vendaje limpio que no se adhiera a la herida y cámbialo diariamente. Conforme vaya sanando, no rasques ni arranques la costra que se pueda formar, ya que esta se caerá sola cuando la piel nueva esté lista para funcionar como barrera en el sitio de la herida o raspadura. Si es una raspadura leve y no hay sangrado, puedes lavar la zona, colocar una solución desinfectante y cubrirla con un vendaje no apretado.
- Quemaduras y Ampollas. Al enfrentarte con una quemadura leve, refresca la zona con agua a temperatura ambiente. Después, coloca un vendaje sobre la zona afectada y cámbialo diariamente. Verifica que la quemadura no muestre indicios de infección cuando cambies los vendajes. Si lo que necesitas tratar es una ampolla, primero preguntarte, si es dolorosa o no. En caso de no ser dolorosa, trata de mantenerla intacta y coloca un vendaje sobre ella. Si es dolorosa, puedes proceder a drenarla. Para drenar una ampolla pequeña, primero asegúrate de tener las manos limpias y de limpiar adecuadamente la herida con una solución desinfectante. Utiliza una aguja estéril para hacer pequeñas incisiones en la orilla de la ampolla y deja que drene. No toques la piel que la cubre, aplica un vendaje y coloca un ungüento de petrolato. Cambia el vendaje diariamente, y después de unos días corta la piel muerta con unas tijeras esterilizadas, vuelve a colocar el ungüento y a vendar. Continúa limpiando diariamente hasta que la herida sane por completo.
- Picaduras y Mordeduras de Insectos. Ante una picadura o mordedura de insecto, primero asegúrate de que no haya una reacción alérgica, dolor severo o inflamación que se extiende; en caso de haber alguno de estos síntomas, contacta a los servicios de emergencia. En caso de ser una picadura o mordedura leve, coloca una compresa fría sobre ella por quince minutos. Si es posible, eleva el área afectada y si te causa algo de comezón, toma un antihistamínico. Ratifica que con los días disminuyan los síntomas y siempre consulta con tu médico.
Botiquín en casa
Siempre es buena idea tener a la mano un botiquín con material básico de curación y medicamentos vigentes, además de una dosis extra de los medicamentos que tomas con frecuencia. A continuación puedes encontrar algunas recomendaciones de qué debes de tener en tu botiquín:
- Cinta de tela adhesiva
- Ungüento para heridas
- Solución antiséptica
- Bandas adhesivas
- Alcohol
- Gasa estéril
- Termómetro
- Oxímetro
- Cubrebocas
Prevención
A pesar de que los accidentes y la agudización súbita de enfermedades no son prevenibles, sí puedes estar preparado tanto con un botiquín como con conocimientos básicos de primeros auxilios. Si te interesa obtener más información sobre primeros auxilios o entrenarte de manera formal, ponte en contacto con la Cruz Roja Mexicana u alguna otra institución que imparta cursos para primeros respondientes.
Recuerda que, en Farmacias Especializadas, contamos con una amplia gama de medicamentos y material de curación para que armes tu botiquín. Consulta a tu médico.
*Contenido con fines informativos, consulta a tu médico