1. ¿Qué es la epilepsia?
Es un padecimiento cerebral crónico que produce convulsiones recurrentes. La epilepsia es considerada como una de las enfermedades neurológicas no transmisibles más comunes en el mundo. Se calcula que en México dos millones de personas viven con epilepsia. Aunque esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, es más común que se manifieste durante la infancia y a partir de los 60 años.
2. ¿Qué es una crisis epiléptica?
Se trata de episodios en los que las neuronas presentan una actividad anormal y descontrolada que puede provocar cambios en la persona. Los efectos de una crisis epiléptica varían en función de la parte del cerebro afectada. Por ejemplo, algunas personas pueden tener episodios en los que están simplemente ausentes, mientras que otras pueden experimentar temblores violentos y pérdida de la lucidez mental.
3. ¿Por qué puede desarrollarse esta enfermedad?
Aunque en el 60% de los casos se desconoce a ciencia cierta qué provoca los ataques epilépticos, se han identificado las causas más comunes de la epilepsia:
- Accidente cerebrovascular
- Demencia, como la enfermedad de Alzheimer
- Lesión cerebral traumática
- Infecciones, como meningitis o encefalitis
- Anomalías cerebrales congénitas
- Trastornos metabólicos presentes al nacer
- Tumor cerebral
- Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
- Enfermedad que daño o destruya el tejido cerebral
- Trastornos epilépticos congénitos
4. ¿Quiénes tienen más riesgo de tener epilepsia?
Cualquier persona, sin importar sexo, edad o condición social, puede tener epilepsia. No obstante, existen factores que pueden aumentar el riesgo de presentar esta enfermedad:
- Condiciones maternas: edad de la madre (menor de 18 y mayor de 40 años), enfermedades previas y/o durante el embarazo, estado nutricional, falta de control prenatal, amenazas de aborto o pretérmino, infecciones, accidentes, preeclampsia, exposición a sustancias tóxicas.
- Complicaciones durante el parto: bajo peso, parto prolongado, parto múltiple, eclampsia, hipoxia, hemorragias maternas.
- Durante la infancia: infecciones (meningitis, encefalitis), golpes muy fuertes, trombosis, malformaciones vasculares o cerebrales, tumores, enfermedades metabólicas o degenerativas, exposición a sustancias tóxicas.
- Durante la adolescencia y la edad adulta: antecedentes previos, golpes muy fuertes, exposición a sustancias tóxicas, trombosis, tumores, causas idiopáticas.
5. ¿Cómo se diagnostica la epilepsia?
No todas las crisis epilépticas tienen como origen la epilepsia. Los niveles bajos de azúcar en la sangre o ciertas infecciones pueden provocar crisis epilépticas, pero no llevarán al desarrollo de esta enfermedad. Para diagnosticar propiamente la epilepsia es necesario someterse a una serie de estudios, entre ellos:
- Exámenes de sangre: química sanguínea, glucemia, conteo sanguíneo completo
- Pruebas de función renal y hepática
- Electroencefalograma
- Tomografía computadorizada
- Resonancia magnética
6. ¿Cómo se trata este padecimiento?
La epilepsia es una enfermedad crónica no curable. Sin embargo, alrededor del 60 y 70% de los casos pueden ser controlados con medicamentos. Dependiendo del origen del problema y de la intensidad de los síntomas, los tratamientos pueden incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida, e incluso cirugía.
Los anticonvulsivos (o medicamentos antiepilépticos) suelen tener altas tasas de éxito. No obstante, es común que la dosis cambie de vez en cuando, por lo que es necesario realizarse análisis de sangre de manera frecuente.
La eficacia del tratamiento depende mucho de la apego y el correcto seguimiento. Brincarse una dosis o modificar la cantidad sin antes haberlo consultado con el médico puede provocar que aparezcan nuevamente las convulsiones.
7. ¿De qué manera se ve afectado el estilo de vida de una persona con epilepsia?
Si la epilepsia está controlada, es decir, que no se presentan crisis, el paciente puede realizar prácticamente todas sus actividades y seguir un ritmo de vida normal. Incluso en estos casos, las personas con epilepsia deben cumplir con sus tratamientos y tener hábitos saludables, como realizar actividad física y alimentarse sanamente.
Si, por el contrario, las crisis no están controladas, es necesario contar con el apoyo de la familia para tomar medidas de seguridad en la casa. De igual manera, es muy importante que las personas presentes en el entorno escolar y laboral estén enteradas de la situación para saber cómo actuar en caso de una crisis epiléptica.
8. ¿Qué puede hacer un paciente con epilepsia para controlar las convulsiones?
Si bien los medicamentos pueden ser muy efectivos en el tratamiento de la epilepsia, los pacientes también deben contribuir por su parte para controlar sus crisis. Algunas de las recomendaciones son:
- Tomar de manera puntual las medicinas (apego).
- No modificar las dosis sin autorización del médico.
- Llevar un registro de las convulsiones para conocer su frecuencia y posibles desencadenantes.
- Evitar factores que puedan propiciar las crisis.
- Tener una buena higiene del sueño.
- Disminuir las fuentes de estrés.
9. ¿Las personas con epilepsia deben seguir una dieta especial?
Se ha descubierto que la dieta cetogénica tiene grandes beneficios para las personas que viven con epilepsia. Este tipo de dieta incluye alimentos ricos en grasa, y bajos en proteínas y carbohidratos. La alimentación cetogénica fuerza al cuerpo a usar la grasa como fuente de energía, lo cual hace que se reduzca la actividad eléctrica cerebral. Esto tiene como efecto una reducción en el número de crisis.
10. ¿Cómo pueden apoyar los familiares a una persona con epilepsia?
Es muy importante que los familiares y las personas cercanas a los pacientes con epilepsia se mantengan informados sobre la enfermedad. Estas recomendaciones pueden hacer más fácil el acompañamiento de una persona con epilepsia:
- Promover un estilo de saludable en su hogar.
- Identificar los detonantes de las crisis y tratar de evitarlos cuando esté presente el paciente.
- Nunca dejar solo a un paciente durante sus crisis.
- Mantener la calma y hablar de manera tranquila.
- En caso de que el paciente tenga una convulsión de más de 5 minutos, tenga dos crisis justo después de la otra, se lesione durante la convulsión, esté en el agua durante la crisis, padezca otra enfermedad (como diabetes) o se encuentre embarazada, se debe llamar de inmediato al 911.
No olvides que para recibir un diagnóstico, tratamiento o seguimiento referente a la epilepsia debe consultarse siempre a un médico neurólogo.