Ácido hialurónico
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Ácido hialurónico: para qué sirve y cómo usarlo

Desde hace algunos años el ácido hialurónico se ha convertido en el ingrediente estrella de muchos tratamientos médicos y estéticos. El solo verlo en la etiqueta de un producto parece ser garantía de su alta efectividad. Pero la realidad es que esta sustancia no funciona de la misma manera en todos los casos.

Sigue leyendo para descubrir cuándo es recomendable usar ácido hialurónico y cómo debe aplicarse.

¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es un polisacárido que está presente de manera natural en la sinovia, el humor vítreo y el tejido conjuntivo colágeno. Esto quiere decir que el ácido hialurónico es parte fundamental de las articulaciones, los ojos y, por supuesto, la piel.

Se calcula que una persona que pesa 70 kilogramos tiene aproximadamente 15 gramos de ácido hialurónico en su cuerpo. Una parte de este se degrada y sintetiza todos los días. Sin embargo, con el paso de los años, la capacidad regeneradora comienza a disminuir, por lo que la cantidad de hialurónico también se reduce.

Para contrarrestar la ralentización de la síntesis del ácido se puede recurrir a la administración de hialurónico biosintético o de proteína animal. La finalidad del tratamiento determinará el origen y el peso molecular del ácido hialurónico que deba ser utilizado.

¿Para qué se usa el ácido hialurónico?

Las propiedades de este polisacárido son muy diversas, desde facilitar el proceso de cicatrización hasta lubricar las coyunturas de los huesos. Por esta razón, el ácido hialurónico tiene múltiples aplicaciones en el cuidado de la salud, particularmente de la piel y las articulaciones.

  • Medicina cosmética

El ácido hialurónico inyectado puede usarse para reducir la apariencia de las arrugas y las cicatrices del acné, así como para dar volumen a los labios y los pómulos. Asimismo, el hialurónico estimula la producción de colágeno, por lo que su aplicación mejora considerablemente el aspecto de la piel.

En el caso del hialurónico tópico (en crema o gel) este ayuda a mantener hidratada la piel. Es muy importante considerar que el peso molecular también influye en su efecto. El hialurónico de alto peso molecular se queda en la superficie de la piel, mientras que el de bajo peso penetra un poco más.

  • Cuidado de las articulaciones

Como se menciona al inicio de este artículo, el ácido hialurónico está presente en el líquido sinovial, el cual se encarga de mantener lubricadas las articulaciones. Cuando comienza un proceso de deterioro, debido a la edad o a alguna enfermedad – como la artritis – el ácido hialurónico se torna más delgado y menos efectivo. Esto puede llegar a producir inflamación y dolor. En estos casos, las infiltraciones de hialurónico (inyecciones directamente en los cojinetes de las articulaciones) pueden ayudar a lubricar y proteger las rodillas o cualquier otra coyuntura afectada.

Antes de elegir un tratamiento para el cuidado de las articulaciones con hialurónico es muy importante contar con la asesoría de un especialista, ya que estas inyecciones no funcionan en todos los casos.

¿Cómo debe usarse el ácido hialurónico?

Dependiendo del objetivo del tratamiento será el método de aplicación. Cuando se trata de procedimientos estéticos el ácido hialurónico debe aplicarse mediante una inyección intradérmica directamente en la zona afectada. En el caso del tratamiento de las articulaciones las infiltraciones se hacen con inyecciones en las cápsulas sinoviales.

Sin importar cuál sea su aplicación, debe considerarse que el ácido hialurónico es biodegradable. Esto significa que, si bien es poco probable que cause reacción en el paciente, en la mayoría de las ocasiones será necesario repetir las aplicaciones pasados algunos meses. El ácido hialurónico es una sustancia muy efectiva en el tratamiento de ciertos padecimientos. Si te interesa conocer más acerca de sus beneficios, te invitamos a consultar con tu doctor. Recuerda que solo un especialista de la salud puede indicarte si el hialurónico es ideal para ti o no.

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