Anemia
Salud

Anemia: más que deficiencia de hierro

Los niveles bajos de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre se conocen como anemia. Esta afección es bastante común, tanto en adultos como en niños. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud de 2019, prácticamente uno de cada cuatro niños entre uno y cuatro años en México tiene anemia. Este porcentaje tan alto ha hecho que la anemia sea considerada un problema de salud pública.

Esta enfermedad durante mucho tiempo se ha atribuido a la falta de hierro. Efectivamente, la anemia ferropénica está relacionada con la deficiencia de hierro, sin embargo, este no es el único tipo de anemia que existe. Si te preocupa tu salud y la de los tuyos, te invitamos a seguir leyendo. En este artículo encontrarás información que te ayudará a conocer los principales síntomas y causas de esta enfermedad para poder identificar y prevenir la anemia.

¿Qué es la anemia?

Para comprender el proceso de la anemia hay que entender que no es lo mismo niveles bajos de hemoglobina que deficiencia de hierro. La hemoglobina es una proteína que ayuda a los glóbulos rojos a llevar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Cuando hay anemia, el cuerpo no recibe suficiente cantidad de oxígeno, lo que puede producir cansancio, debilitamiento, dolores de cabeza, etc. La confusión entre la hemoglobina y el hierro se debe probablemente a que la primera es una proteína rica en el segundo, pero como se mencionó anteriormente, la falta de hierro no es la única causa de anemia.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia?

Los síntomas y su intensidad pueden variar dependiendo del tipo de anemia. Estos pueden ser algunas de las señales de anemia:

  • Fatiga y debilidad
  • Piel pálida o con tono amarillo
  • Taquicardia o latidos del corazón irregulares
  • Dificultad para respirar
  • Debilitamiento del cabello y las uñas

¿Por qué puede dar anemia?

La disminución de glóbulos rojos en la sangre puede deberse principalmente a tres razones:

  • Incapacidad del cuerpo para producir suficientes glóbulos rojos.
  • Sangrado o hemorragia que impide reemplazar a tiempo los glóbulos perdidos.
  • Destrucción de los glóbulos rojos por el propio cuerpo.

Estas causas permiten clasificar la anemia en diferentes tipos:

  • Ferropénica: es la anemia más común y se debe a la falta de hierro. La médula ósea requiere este mineral para producir hemoglobina y si no lo obtiene, le es imposible producir suficiente hemoglobina.
  • Deficiencia de vitaminas: así como el hierro es necesario para la producción de hemoglobina, el folato y la vitamina B12 también son importantes. La falta de estos nutrientes puede provocar una disminución en los glóbulos rojos.
  • Inflamación: está directamente relacionada con ciertas enfermedades, entre ellas la artritis reumatoide, el VIH/SIDA y el cáncer. El proceso inflamatorio de estas enfermedades obstaculiza la producción de glóbulos rojos.
  • Aplásica: este es probablemente el caso de anemia menos común, pero también uno de los más graves. En este caso el cuerpo no puede producir glóbulos rojos debido a infecciones y enfermedades autoinmunes, entre otras razones.
  • Enfermedades de la médula ósea: los padecimientos relacionados con la médula ósea pueden afectar la producción de sangre, lo que repercute en los niveles de hemoglobina.
  • Hemolítica: este tipo de anemia ocurre cuando la médula ósea no es capaz de reemplazar a tiempo los glóbulos rojos, ya que el cuerpo los destruye más rápidamente.

¿De qué manera se puede prevenir la anemia?

  • Llevar una dieta balanceada y rica en nutrientes.
  • Tomar suplementos de hierro y vitamina B12 durante el embarazo.
  • Aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro.
  • Acudir al médico en caso de tener menstruaciones muy abundantes.
  • Limitar el uso de analgésicos de venta libre.

Recuerda que la mejor manera de proteger la salud de tu familia es promoviendo una alimentación saludable. Si además quieres complementar su dieta con algún suplemento vitamínico, acude a Farmacias Especializadas, en dónde encontrarás todo lo que necesitas. Visítanos en cualquiera de nuestras sucursales o llámanos a TeleFármacos al 55 52 78 45 00 para pedir tus medicamentos a domicilio.

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